Por comparación con
el Retablo
de San
Esteban de Salamanca,
hemos deducido que el de Fuenlabrada fue realizado por Churriguera. Con
la obra pictórica que le acompaña ocurre igual:
el de Salamanca fue realizado por Claudio Coello y las
características de su obra en Fuenlabrada coinciden
plenamente. Lo podemos leer en el libro sobre la historia
de Fuenlabrada, editado por el Ayuntamiento.
El tema también es el mismo: San Esteban
fue el
primer
diácono y también el primer mártir
de la Iglesia. Murió apedreado por los judíos,
mientras que el futuro San Pablo
ayudaba guardando la ropa de los que le apedreaban. Lo
podemos leer en los Hechos de los Apóstoles.
Claudio Coello fue el pintor más
importante de la
escuela
posterior a Velázquez, aunque su carrera no pudo ser larga
porque tampoco lo fue su vida (1642-1693). Conoció las
colecciones reales de obras pictóricas asimilando de ellas
el colorido flamenco y veneciano, y la perspectiva aérea de
Velázquez. Su manera de trabajar fue de una escrupulosidad
extraordinaria, pues “por mejorar un contorno daba treinta
vueltas al natural”. Lo podemos leer en el tomo
II
de la Historia del Arte de Diego Angulo.
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